CARA DE CUERO Presentada en el 5to Festival internacional de Teatro Latino del CCN Studio en Nueva York, en versión monólogo, obteniendo 3 nominaciones a los Premios ATI 2012 (Artistas de Teatro Independiente) en la categoria de Mejor Actor, Mejor Obra y Mejor Dirección.
HELMUT KRAUSSER

En 1994 el escritor alemán Helmut Krausser (poeta, novelista , cuentista, dramaturgo y ajedrecista) publicó su primer texto dramático: Lederfresse (Cara de cuero). Se supone que antes de ella había escrito cerca de una veintena de obras y las había quemado todas.

Lederfresse ha sido montada desde entonces más de un centenar de veces en un gran número de países, y en general ha causado un gran impacto. La historia está basado en un hecho real: en 1987 el joven Werner Bloy fue asesinado en Munich por la policía. ¿La causa? Bloy en su casa tenía una motosierra, llevaba una máscara de cuero cosida por él mismo y una vestimenta similares a la del asesino de la famosa película “La matanza de Texas” (1974). La policía, confundiendo realidad con ficción, acribilló al joven para “salvar la vida” de la mujer con la que estaba encerrado, quien resultó ser su novia. Al tiempo se estimó que al parecer preparaba una performance.

En escena dos personajes, un hombre que viste tal como un asesino en serie y una mujer algo ebria, se devanean entre estados emocionales extremos: pasan de la ira más profunda a un delirio absoluto, y de allí a la pasión o la ternura. El espacio es asfixiante, pero el afuera aparece aterrador.

Tanto una cosa como la otra, tanto el desvarío de los personajes como la atmósfera de miedo están logradas de gran manera por la propuesta de la Compañía de Teatro Rabia. Lo primero descansa en gran medida en el ritmo que le imprime el protagonista Herman Heyne, que realiza un personaje lleno de matices y logra algo que cuesta encontrar: hace de un texto difícil, pesado y a ratos excesivamente poético, algo cercano y hasta natural. Mirta Traslaviña, por su parte, tiene sobre sus hombros una tarea que lleva adelante con gracia, el ser la voz racional, aunque algo ebria, que le falta a aquel otro personaje, que aparece entre idiota, idealista y genial.

Lo  otro, la  atmósfera,  lograda mediante una propuesta visual que asfixia a pesar de ser minimalista por la presencia de un objeto que no puede dejar indiferente a nadie: Una motosierra que logra al menos incomodar al público, al estar frente a un instrumento tan feroz. Por último, el leve pero insoslayable olor a bencina que emana del famoso aparato hace mas profunda la sensación de encierro y sordidez de la propuesta.

Llega a nuestra cartelera “Cara de Cuero”, tratando con calidad e ironía tanto el discurso público de la seguridad como el de lo “normal” y el quehacer policial (de ayer, hoy y siempre, en Alemania 1987 o Chile 2012)